En los últimos siete años, las partidas arancelarias (cantidad de productos) correspondientes a las exportaciones no tradicionales de Cochabamba subieron en un 232 por ciento, es decir, crecieron de una lista de 572 productos comercializados en 2003 a 1.325 manufacturas con alto valor agregado que actualmente salen del departamento, de acuerdo con estadísticas de la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco).
“Cada año que pasa tenemos mayor variedad de productos con alto valor agregado para la exportación”, dice la gerente general de Cadexco, Claribel Aparicio, y agrega que hace bastante tiempo Cochabamba dejó de exportar materia prima y privilegió la venta externa de productos semitransformados y terminados.
Señala que en el rubro de alimentos, un 98 por ciento de productos exportados tiene alto grado de transformación; en madera llega a un 85 por ciento (muebles, parquet, marcos y puertas); en cuero a un 50 por ciento (artículos y prendas de cuero, ma rroquinería), y en minerales no metálicos a 80 por ciento (boratos de sodio concentrados, sodalita, sal industrial, yeso fraguado, mármol), entre otros.
Aparicio explica que los minerales no metálicos, como el sulfato de bario, borato de sodio, bentonita, yeso fraguable, carbonato de magnesio, sales industriales, azufre, cuarzo, alabastro y mármol, entre otros, son inicialmente rocas, piedras, arenas o sedimentos que después de sufrir un proceso de transformación industrial obtienen mejores precios que las materias primas propiamente en el mercado internacional.
Entre los productos transformados en un 100 por ciento están los explosivos, productos de la industria química (fármacos y reactivos), envases de plásticos y artesanía. “Precisamente la incorporación de alto valor agregado a la materia prima es característica de los industriales exportadores de Cochabamba”, señala Aparicio.Innovación
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Ex portadores de Bolivia (Caneb), Goran Vranicic, destaca que los indust riales y exportadores cochabambinos agregan cada año novedosos productos a la partida arancelaria como jalea real en polvo, de Apicentro; pepas de café bañadas en chocolate, de Bolivia’s Fruit; pastas de quinua y arroz, de Coronilla; preformas Pet (envases de plástico), de Ravi; eucaliptos ornamentales, de Agrofalsuri; yuca en lata, de Indatrop; arcángeles de papel mascado, de Silver Craft; sal rosada, de Pisabol; tarjetas “crash off”, de Targuet; somó y chivé, de Foods Company, y urnas de madera, de Multiagro.
Añade que la exportación de productos nostálgicos orgánicos como chuño y tunta; desollado de durazno; sopas deshidratadas de choclo, quinua, fricasé y chairo; locoto deshidratado y molido; papalisa; ají en vaina; pasankalla; maíz; chicha y moqochinchi, entre otros productos solicitados por los bolivianos que viven en países vecinos, Estados Unidos y Europa.
Para lograr niveles de productividad y competitividad demandados por el mercado externo, los empresarios industriales y exportadores realizaron inversiones en sus complejos productivos que fluctúan entre 300 mil y 1 millón de dólares y que año que pasa van creciendo en función a la innovación.
“Cada año que pasa tenemos mayor variedad de productos con alto valor agregado para la exportación”, dice la gerente general de Cadexco, Claribel Aparicio, y agrega que hace bastante tiempo Cochabamba dejó de exportar materia prima y privilegió la venta externa de productos semitransformados y terminados.
Señala que en el rubro de alimentos, un 98 por ciento de productos exportados tiene alto grado de transformación; en madera llega a un 85 por ciento (muebles, parquet, marcos y puertas); en cuero a un 50 por ciento (artículos y prendas de cuero, ma rroquinería), y en minerales no metálicos a 80 por ciento (boratos de sodio concentrados, sodalita, sal industrial, yeso fraguado, mármol), entre otros.
Aparicio explica que los minerales no metálicos, como el sulfato de bario, borato de sodio, bentonita, yeso fraguable, carbonato de magnesio, sales industriales, azufre, cuarzo, alabastro y mármol, entre otros, son inicialmente rocas, piedras, arenas o sedimentos que después de sufrir un proceso de transformación industrial obtienen mejores precios que las materias primas propiamente en el mercado internacional.
Entre los productos transformados en un 100 por ciento están los explosivos, productos de la industria química (fármacos y reactivos), envases de plásticos y artesanía. “Precisamente la incorporación de alto valor agregado a la materia prima es característica de los industriales exportadores de Cochabamba”, señala Aparicio.Innovación
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Ex portadores de Bolivia (Caneb), Goran Vranicic, destaca que los indust riales y exportadores cochabambinos agregan cada año novedosos productos a la partida arancelaria como jalea real en polvo, de Apicentro; pepas de café bañadas en chocolate, de Bolivia’s Fruit; pastas de quinua y arroz, de Coronilla; preformas Pet (envases de plástico), de Ravi; eucaliptos ornamentales, de Agrofalsuri; yuca en lata, de Indatrop; arcángeles de papel mascado, de Silver Craft; sal rosada, de Pisabol; tarjetas “crash off”, de Targuet; somó y chivé, de Foods Company, y urnas de madera, de Multiagro.
Añade que la exportación de productos nostálgicos orgánicos como chuño y tunta; desollado de durazno; sopas deshidratadas de choclo, quinua, fricasé y chairo; locoto deshidratado y molido; papalisa; ají en vaina; pasankalla; maíz; chicha y moqochinchi, entre otros productos solicitados por los bolivianos que viven en países vecinos, Estados Unidos y Europa.
Para lograr niveles de productividad y competitividad demandados por el mercado externo, los empresarios industriales y exportadores realizaron inversiones en sus complejos productivos que fluctúan entre 300 mil y 1 millón de dólares y que año que pasa van creciendo en función a la innovación.
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