Bruselas | La Comisión Europea (CE) propuso ayer un grupo de leyes para endurecer la vigilancia sobre las políticas económicas nacionales, que amplía las sanciones contra los países derrochadores y también contra los que no remedien sus pérdidas de competitividad.
Los seis textos legislativos presentados este miércoles supondrán, de recibir la aprobación de los Veintisiete, el mayor impulso al gobierno económico europeo, con objeto de evitar nuevas crisis de deuda como la que puso en peligro a toda la región la pasada primavera.
Con estas medidas, exigidas con insistencia por Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) durante la crisis del euro, Bruselas desea endurecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de 1997, permitir la aplicación de sanciones ya en su fase preventiva y clarificar las normas para evitar la discrecionalidad.
Concretamente, Bruselas propone multas de hasta el 0,2 por ciento del PIB nacional para el Estado que supere los límites de défici t y deuda (establecidos en el 3 y el 60 por ciento del PIB, respectivamente) y del 0,1 por ciento del PIB para el que ignore las recomendaciones destinadas a corregir graves desequilibrios macroeconómicos.
En el caso de un hipotético procedimiento contra España, estas multas podrían ascender hasta unos 2 mil millones de euros.Sin veto
El Pacto de Estabilidad del bloque ya prevé sanciones para los países con déficit excesivo, aunque nunca han llegado a aplicarse. Fue flexibilizado en 2004 para evitar que Alemania y Francia fueran sancionadas.
Por este motivo, con objeto de garantizar la ejecución de los castigos, la comisión desea revertir el proceso previsto para vetar sus propuestas de sanción de modo que éstas sean automáticamente adoptadas a no ser que una mayoría cualificada de países vote en su contra en el Consejo de Ministros, en un plazo de 10 días.
La comisión propone completar la vigilancia presupuestaria con nuevas normas de supervisión de los desequilibrios macroeconómicos, que han ido agrandándose desde el nac imiento de la unión monetaria y se han acentuado con la reciente crisis, especialmente en los países del sur.
El último informe de competitividad elaborado por la comisión reflejaba que, mientras algunos países como Alemania cuentan con importantes superávit comerciales y una demanda interna demasiado débil, otros como España han visto reducir la cuota de sus exportaciones en el comercio mundial, en línea con el deterioro de su competitividad, la alta inflación y la estancada productividad.
Los seis textos legislativos presentados este miércoles supondrán, de recibir la aprobación de los Veintisiete, el mayor impulso al gobierno económico europeo, con objeto de evitar nuevas crisis de deuda como la que puso en peligro a toda la región la pasada primavera.
Con estas medidas, exigidas con insistencia por Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) durante la crisis del euro, Bruselas desea endurecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de 1997, permitir la aplicación de sanciones ya en su fase preventiva y clarificar las normas para evitar la discrecionalidad.
Concretamente, Bruselas propone multas de hasta el 0,2 por ciento del PIB nacional para el Estado que supere los límites de défici t y deuda (establecidos en el 3 y el 60 por ciento del PIB, respectivamente) y del 0,1 por ciento del PIB para el que ignore las recomendaciones destinadas a corregir graves desequilibrios macroeconómicos.
En el caso de un hipotético procedimiento contra España, estas multas podrían ascender hasta unos 2 mil millones de euros.Sin veto
El Pacto de Estabilidad del bloque ya prevé sanciones para los países con déficit excesivo, aunque nunca han llegado a aplicarse. Fue flexibilizado en 2004 para evitar que Alemania y Francia fueran sancionadas.
Por este motivo, con objeto de garantizar la ejecución de los castigos, la comisión desea revertir el proceso previsto para vetar sus propuestas de sanción de modo que éstas sean automáticamente adoptadas a no ser que una mayoría cualificada de países vote en su contra en el Consejo de Ministros, en un plazo de 10 días.
La comisión propone completar la vigilancia presupuestaria con nuevas normas de supervisión de los desequilibrios macroeconómicos, que han ido agrandándose desde el nac imiento de la unión monetaria y se han acentuado con la reciente crisis, especialmente en los países del sur.
El último informe de competitividad elaborado por la comisión reflejaba que, mientras algunos países como Alemania cuentan con importantes superávit comerciales y una demanda interna demasiado débil, otros como España han visto reducir la cuota de sus exportaciones en el comercio mundial, en línea con el deterioro de su competitividad, la alta inflación y la estancada productividad.
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