En los últimos dos años y medio, la construcción de determinados tramos del corredor bioceánico, de aproximadamente 5 mil kilómetros de longitud entre el puerto brasileño de Santos (océano Atlántico) y los puertos chilenos de Arica e Iquique (océano Pacífico) demandó una inversión de varios millones de dólares.
En ese tiempo Chile invirtió 36,9 millones de dólares en mejorar la carretera de 192 kilómetros que une Arica con la población boliviana de Tambo Quemado y 56,3 millones de dólares en la construcción de 216 kilómetros de pavimento entre Iquique y Pisiga en Bolivia.
Por su parte, el Gobierno boliviano invirtió 78 millones de dólares en la conexión vial del tramo Pisiga-Oruro y alrededor de 260 millones de dólares en la construcción del tramo San Matías-Concepción en el departamento de Santa Cruz.
Brasil ejecutó alrededor de 132,8 millones de dólares en mejorar dos ramales de 2.525 kilómetros desde Santos hasta Puerto Suárez y San Matías, en la frontera con Boli via.
Hace 15 años, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los ministerios de Transportes de Bolivia y Brasil y el Ministerio de Obras Públicas de Brasil, suscribieron un financiamiento no reembolsable por 650 mil dólares, destinados a cubrir los servicios de consultoría para el estudio de factibilidad del corredor bioceánico.
En ese tiempo Chile invirtió 36,9 millones de dólares en mejorar la carretera de 192 kilómetros que une Arica con la población boliviana de Tambo Quemado y 56,3 millones de dólares en la construcción de 216 kilómetros de pavimento entre Iquique y Pisiga en Bolivia.
Por su parte, el Gobierno boliviano invirtió 78 millones de dólares en la conexión vial del tramo Pisiga-Oruro y alrededor de 260 millones de dólares en la construcción del tramo San Matías-Concepción en el departamento de Santa Cruz.
Brasil ejecutó alrededor de 132,8 millones de dólares en mejorar dos ramales de 2.525 kilómetros desde Santos hasta Puerto Suárez y San Matías, en la frontera con Boli via.
Hace 15 años, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los ministerios de Transportes de Bolivia y Brasil y el Ministerio de Obras Públicas de Brasil, suscribieron un financiamiento no reembolsable por 650 mil dólares, destinados a cubrir los servicios de consultoría para el estudio de factibilidad del corredor bioceánico.
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