Casas de cambio piden explicación sobre tributo

lunes, 27 de agosto de 2012

Mientras el Gobierno continúa asegurando que el nuevo Impuesto a la Venta de Moneda extranjera (IVME) sólo afectará a las entidades financieras y no a la población boliviana, los propietarios de las Casas de Cambio y los exportadores cochabambinos aseguran que de una u otra manera sus sectores sentirán los efectos de la nueva medida impositiva.
Es así que mientras el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, asegura que el IVME pretende redistribuir los altos ingresos económicos que perciben las entidades bancarias a la población, a través de obras e inversiones, para evitar que la riqueza se concentre en pocas manos, y ratificó que no afectará al pueblo, los representantes de las Casas de Cambios solicitan una reunión con el Presidente.
La representante de las casas de cambio de Santa Cruz, Brenda Pacheco, informó que enviará al presidente del Estado, Evo Morales, una carta solicitando una reunión para comprender los alcances del nuevo impuesto a la venta de dólares, al asegurar que esta nueva normativa le restaría ganancias y provocaría que la mayoría de los consumidores retorne al sector informal.
"En la carta que enviamos al Gobierno expresamos nuestra preocupación y solicitamos una reunión ante su autoridad para ver la forma de cómo evitar este impuesto a nuestro sector y no impulsar a nuestros asociados a que vuelvan a la calle.
Llevamos más de un año y se está poniendo en riesgo el proyecto de adecuación de la incorporación ante la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI)", afirmó Pacheco.
Sin embargo, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, resaltó que desde el 2006 el Estado viene implementando un nuevo modelo económico que tiene por objetivo socializar los excedentes obtenidos.
Arce sostuvo que en el caso del sistema bancario existe una ganancia "lucrativa" en el comercio de la compra-venta de la moneda extranjera, de la cual ahora el Estado busca participar.
"No se le está quitando el negocio, porque sigue siendo rentable, un 30 o 35% de ese negocio va ir a parar a manos del TGN, pero el sistema intermediario todavía retienen el 60% del negocio, creemos que eso es absolutamente holgado para que estos sectores generen excedentes, por eso se crea este proceso redistribuidor hacia la población", explicó Arce.

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