El País, considerado como el principal diario español, asegura en uno de sus editoriales que el presidente boliviano Evo Morales nacionalizó las cuatro filiales de la española Iberdrola en La Paz y Oruro para satisfacer a su electorado cocalero.
“El Gobierno boliviano expropia por convicción ideológica, por la presión de sus votantes cocaleros (los que supuestamente sufren la carestía eléctrica) y porque la mala gestión de la política energética causa problemas crecientes que sólo pueden resolverse con nuevas expropiaciones”, dice la web de este periódico, que luego critica al Presidente boliviano asegurando que “Morales estuvo en España recientemente auspiciando acuerdos de colaboración entre ambos países. Las expropiaciones continuadas de bienes españoles no es la mejor manera de poner la rúbrica a esos acuerdos”.
En este editorial además aseguran que la definición de precios justos por las empresas nacionalizadas entre el Gobierno boliviano y las empresas españolas no funciona y aseguran que que “a pesar de que el vicepresidente García Linera prometió ‘una remuneración justa’, la experiencia demuestra que en estos casos o no se suele pagar, para lo cual se recurre al truco de prolongar el cálculo del justiprecio que realizan supuestas empresas independientes y enfangar los recursos ante los tribunales internacionales, o se hace tarde y mal.
Red Eléctrica todavía no ha recibido la ‘remuneración justa’ por su filial boliviana”, y agrega que “es una incautación próxima al expolio. Con excusas extravagantes, el Gobierno de Morales está cumpliendo su objetivo de nacionalizar la cadena de producción energética por encima de las normas internacionales que regulan los casos de expropiación”.
“El Gobierno boliviano expropia por convicción ideológica, por la presión de sus votantes cocaleros (los que supuestamente sufren la carestía eléctrica) y porque la mala gestión de la política energética causa problemas crecientes que sólo pueden resolverse con nuevas expropiaciones”, dice la web de este periódico, que luego critica al Presidente boliviano asegurando que “Morales estuvo en España recientemente auspiciando acuerdos de colaboración entre ambos países. Las expropiaciones continuadas de bienes españoles no es la mejor manera de poner la rúbrica a esos acuerdos”.
En este editorial además aseguran que la definición de precios justos por las empresas nacionalizadas entre el Gobierno boliviano y las empresas españolas no funciona y aseguran que que “a pesar de que el vicepresidente García Linera prometió ‘una remuneración justa’, la experiencia demuestra que en estos casos o no se suele pagar, para lo cual se recurre al truco de prolongar el cálculo del justiprecio que realizan supuestas empresas independientes y enfangar los recursos ante los tribunales internacionales, o se hace tarde y mal.
Red Eléctrica todavía no ha recibido la ‘remuneración justa’ por su filial boliviana”, y agrega que “es una incautación próxima al expolio. Con excusas extravagantes, el Gobierno de Morales está cumpliendo su objetivo de nacionalizar la cadena de producción energética por encima de las normas internacionales que regulan los casos de expropiación”.
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