El 20 por ciento de las pequeñas y medinas empresas (Pymes) no logra sobrevivir un año después de su creación debido a las trabas burocráticas y a los altos costos de producción, entre otros problemas, señaló ayer el director del programa Al Invest IV, Ricardo Rivero.
Hasta el año pasado, la Cámara de Comercio y Servicios de Cochabamba conformó 16 grupos empresariales con 180 Pymes que participaban de forma activa, este año sólo 120 están activas, dijo Rivero.
Explicó que las Pymes son frágiles porque generalmente son emprendimientos individuales que generan su propio negocio por necesidad.
“Son vulnerables porque están solas, aisladas y tienen muchos problemas de gestión en la compra de insumos, en el tema de negociaciones y proveedores, por lo que las Pymes que nacen mueren al año o dos y no logran consolidar su negocio”, añadió Rivero.
Por su parte, uno de los participantes del programa que prefirió guardar su nombre en reserva, comentó que emprendi ó un negocio de confección de ropa y su principal dificultad fue no poder hacer frente al bajo precio de la ropa usada y de la ropa traída de China.
Rivero explicó también que estas pequeñas empresas, en el afán de convertirse en empresas formales y legalmente establecidas, tienen que peregrinar meses para sacar su padrón municipal, empezar a facturar y hacer balances. “Es un problema para ellas y por eso las Pymes no logran consolidarse, no sólo en el tema económico sino también legalmente, por lo que muchas de ellas prefieren quedarse como informales”, señaló.
Según Rivero, este problema no sólo lo enfrenta Bolivia, sino que es un problema en toda Latinoamérica, por lo que la Cámara de Comercio y Servicios de Cochabamba, dentro de su programa Al-Invest IV, reúne a estos grupos empresariales para mejorar su competitividad y fortalecerlos en trámites de registro, comercialización y planes de negocio.
“Muchas Pymes no facturan, empiezan a producir c omo pueden y donde hay, generan un negocio de sobrevivencia. Entonces , este mecanismo de apoyo busca que se unan y que tengan más fuerza de negociación para acceder más fácilmente a los mercados”, dijo.
Hasta el año pasado, la Cámara de Comercio y Servicios de Cochabamba conformó 16 grupos empresariales con 180 Pymes que participaban de forma activa, este año sólo 120 están activas, dijo Rivero.
Explicó que las Pymes son frágiles porque generalmente son emprendimientos individuales que generan su propio negocio por necesidad.
“Son vulnerables porque están solas, aisladas y tienen muchos problemas de gestión en la compra de insumos, en el tema de negociaciones y proveedores, por lo que las Pymes que nacen mueren al año o dos y no logran consolidar su negocio”, añadió Rivero.
Por su parte, uno de los participantes del programa que prefirió guardar su nombre en reserva, comentó que emprendi ó un negocio de confección de ropa y su principal dificultad fue no poder hacer frente al bajo precio de la ropa usada y de la ropa traída de China.
Rivero explicó también que estas pequeñas empresas, en el afán de convertirse en empresas formales y legalmente establecidas, tienen que peregrinar meses para sacar su padrón municipal, empezar a facturar y hacer balances. “Es un problema para ellas y por eso las Pymes no logran consolidarse, no sólo en el tema económico sino también legalmente, por lo que muchas de ellas prefieren quedarse como informales”, señaló.
Según Rivero, este problema no sólo lo enfrenta Bolivia, sino que es un problema en toda Latinoamérica, por lo que la Cámara de Comercio y Servicios de Cochabamba, dentro de su programa Al-Invest IV, reúne a estos grupos empresariales para mejorar su competitividad y fortalecerlos en trámites de registro, comercialización y planes de negocio.
“Muchas Pymes no facturan, empiezan a producir c omo pueden y donde hay, generan un negocio de sobrevivencia. Entonces , este mecanismo de apoyo busca que se unan y que tengan más fuerza de negociación para acceder más fácilmente a los mercados”, dijo.
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