Urujara | Los Tiempos
La IX marcha indígena no llega hoy a La Paz, como estaba previsto. Ayer los marchistas llegaron a Urujara, a 12 kilómetros de La Paz, y la directiva determinó invitar a dialogar al Gobierno, informó el presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez.
El dirigente de los indígenas también señaló que la decisión busca demostrar que la llegada de la marcha no tiene ninguna relación con el conflicto policial, como lo había sugerido el Gobierno durante el fin de semana.
Alrededor de 1.000 personas llegaron ayer por la tarde hasta Urujara, cubiertas con lo que pudieron conseguir, pues carecen de ropa abrigada. A pesar del intenso frío que se siente en el sector de la cumbre y más del 80 por ciento de los marchistas están resfriados, el ánimo parecía renovarse al saber que el objetivo final ya está cerca.
Anoche la dirigencia de la IX marcha se reunió en Urujara, después de establecer su campamento. Cerca de las 21:00, Chávez informó que se determinó convocar al Gobierno a dialogar en ese lugar para evitar cualquier susceptibilidad respecto al objetivo de la marcha indígena, que es la defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
“Es por responsabilidad con el país”, sostuvo Chávez en alusión a que los marchistas no desean que su movilización sea relacionada con el conflicto policial surgido hace ya varios días.
Chávez señaló que hoy por la mañana se enviará una nota oficial de pedido de diálogo al Gobierno. Si el diálogo no se instala, la marcha tiene previsto partir a las 08:00 de mañana miércoles rumbo a la plaza Murillo.
Duro ascenso
El momento más duro para la columna de la marcha se vivió ayer en la subida de la cumbre. Muchos indígenas no aguantaron el frío y la altura y tuvieron que ser auxiliados con mate de coca y tabletas contra el dolor de cabeza ocasionado por el “mal de altura”.
“Ya falta poco, estamos cerca”, dijo Fernando Vargas, presidente de la Subcentr al Tipnis, quien alentó a los marchistas a proseguir. Vargas encabezó la marcha ante la ausencia de Adolfo Chávez y Bertha Bejarano. En el caso de Chávez, éste se sintió mareado por el cambio de clima, mientras que Bejarano se fue directamente al campamento instalado por el grupo de avanzada debido a que uno de sus hijos menores estaba enfermo.
Una buena cantidad de marchistas tuvo que ser socorrida y trasladada en vehículos debido a que la altura y el frío doblegaron sus fuerzas, sobre todo a mujeres y niños.
A pesar de su mal estado de salud, los indígenas se mostraban animados durante el recorrido; sin embargo, destacaban los crespones negros atados a las banderas de sus organizaciones, recordando a los dirigentes Silvia Cunay y Alejandro Cayuba, muertos en un accidente vehicular la semana pasada.
A lo largo del camino, la solidaridad con los marchistas se hizo evidente puesto que muchas personas sirvieron mates y regalaron raciones secas a los indígenas, quienes agradecían los obsequios.
Anoche, en medio de fogatas, los indígenas cenaron fideos.
La IX marcha indígena no llega hoy a La Paz, como estaba previsto. Ayer los marchistas llegaron a Urujara, a 12 kilómetros de La Paz, y la directiva determinó invitar a dialogar al Gobierno, informó el presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez.
El dirigente de los indígenas también señaló que la decisión busca demostrar que la llegada de la marcha no tiene ninguna relación con el conflicto policial, como lo había sugerido el Gobierno durante el fin de semana.
Alrededor de 1.000 personas llegaron ayer por la tarde hasta Urujara, cubiertas con lo que pudieron conseguir, pues carecen de ropa abrigada. A pesar del intenso frío que se siente en el sector de la cumbre y más del 80 por ciento de los marchistas están resfriados, el ánimo parecía renovarse al saber que el objetivo final ya está cerca.
Anoche la dirigencia de la IX marcha se reunió en Urujara, después de establecer su campamento. Cerca de las 21:00, Chávez informó que se determinó convocar al Gobierno a dialogar en ese lugar para evitar cualquier susceptibilidad respecto al objetivo de la marcha indígena, que es la defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
“Es por responsabilidad con el país”, sostuvo Chávez en alusión a que los marchistas no desean que su movilización sea relacionada con el conflicto policial surgido hace ya varios días.
Chávez señaló que hoy por la mañana se enviará una nota oficial de pedido de diálogo al Gobierno. Si el diálogo no se instala, la marcha tiene previsto partir a las 08:00 de mañana miércoles rumbo a la plaza Murillo.
Duro ascenso
El momento más duro para la columna de la marcha se vivió ayer en la subida de la cumbre. Muchos indígenas no aguantaron el frío y la altura y tuvieron que ser auxiliados con mate de coca y tabletas contra el dolor de cabeza ocasionado por el “mal de altura”.
“Ya falta poco, estamos cerca”, dijo Fernando Vargas, presidente de la Subcentr al Tipnis, quien alentó a los marchistas a proseguir. Vargas encabezó la marcha ante la ausencia de Adolfo Chávez y Bertha Bejarano. En el caso de Chávez, éste se sintió mareado por el cambio de clima, mientras que Bejarano se fue directamente al campamento instalado por el grupo de avanzada debido a que uno de sus hijos menores estaba enfermo.
Una buena cantidad de marchistas tuvo que ser socorrida y trasladada en vehículos debido a que la altura y el frío doblegaron sus fuerzas, sobre todo a mujeres y niños.
A pesar de su mal estado de salud, los indígenas se mostraban animados durante el recorrido; sin embargo, destacaban los crespones negros atados a las banderas de sus organizaciones, recordando a los dirigentes Silvia Cunay y Alejandro Cayuba, muertos en un accidente vehicular la semana pasada.
A lo largo del camino, la solidaridad con los marchistas se hizo evidente puesto que muchas personas sirvieron mates y regalaron raciones secas a los indígenas, quienes agradecían los obsequios.
Anoche, en medio de fogatas, los indígenas cenaron fideos.
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