El Gobierno rompió el contrato financiero con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de Brasil al haberse anulado el contrato comercial con la empresa OAS, para la construcción de la carretera Villa Tunari–San Ignacio de Moxos, según confirmaron ayer los ministros de Economía, Luis Arce Catacora, y de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro.
“Existe una cláusula en el contrato financiero que establece que el mismo queda sin efecto cuando el contrato comercial es modificado, anulado u otra medida. Como hemos resuelto el contrato con OAS, hemos comunicado esto al Bndes y estamos esperando el acuse de recibo para poder dar por terminado este tema”, sostuvo Caro en su informe a la Comisión de Planificación y Política Económica de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, la ruptura de convenio no implica situación conflictiva, pues Bndes "no ha desembolsado ni un solo dólar de los 332 millones que son parte del contrato", agregó.
A la vez, el Estado prevé recuperar parte de los 16 millones de dólares que desembolsó para la ejecución de esa obra, dijo.
Añadió que el proyecto carretero sólo se retomará una vez que se efectúe la “consulta previa” a los pueblos indígenas del lugar.
“La consulta ahora es viable porque no existe nada que la condicione”.
Según despacho de ABI, la inversión total para la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos alcanzaba a 415 millones de dólares, financiados en un 80 por ciento (332 millones) por Bndes y en un 20 por ciento (83 millones) por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, había adelantado en abril pasado, según publicaciones de Los Tiempos, que se esperaba una decisión de Bndes si mantenía o no el crédito de 332 millones de dólares a favor del Estado boliviano para la construcción de la carretera Villa Tunari–San Ignacio de Moxos con otra empresa, para otro proyecto caminero o de otro tipo.
En ese entones, Garcí a Linera explicó que el Gobierno boliviano tenía la intención de construir el camino y que en el futuro se vería qué empresa lo haría y con qué financiamiento, pero que por el momento “no hay más carretera”.
“Existe una cláusula en el contrato financiero que establece que el mismo queda sin efecto cuando el contrato comercial es modificado, anulado u otra medida. Como hemos resuelto el contrato con OAS, hemos comunicado esto al Bndes y estamos esperando el acuse de recibo para poder dar por terminado este tema”, sostuvo Caro en su informe a la Comisión de Planificación y Política Económica de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, la ruptura de convenio no implica situación conflictiva, pues Bndes "no ha desembolsado ni un solo dólar de los 332 millones que son parte del contrato", agregó.
A la vez, el Estado prevé recuperar parte de los 16 millones de dólares que desembolsó para la ejecución de esa obra, dijo.
Añadió que el proyecto carretero sólo se retomará una vez que se efectúe la “consulta previa” a los pueblos indígenas del lugar.
“La consulta ahora es viable porque no existe nada que la condicione”.
Según despacho de ABI, la inversión total para la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos alcanzaba a 415 millones de dólares, financiados en un 80 por ciento (332 millones) por Bndes y en un 20 por ciento (83 millones) por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, había adelantado en abril pasado, según publicaciones de Los Tiempos, que se esperaba una decisión de Bndes si mantenía o no el crédito de 332 millones de dólares a favor del Estado boliviano para la construcción de la carretera Villa Tunari–San Ignacio de Moxos con otra empresa, para otro proyecto caminero o de otro tipo.
En ese entones, Garcí a Linera explicó que el Gobierno boliviano tenía la intención de construir el camino y que en el futuro se vería qué empresa lo haría y con qué financiamiento, pero que por el momento “no hay más carretera”.
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