Lisboa | La petición de ayuda financiera hecha por Portugal a Bruselas abrió un complejo proceso, que puede durar varias semanas y debe negociar el dimisionario Gobierno socialista luso, en funciones hasta las elecciones del próximo 5 de junio.
El primer ministro portugués, José Sócrates, se rindió anteayer a la presión financiera que sufre su país y anunció que solicitó apoyo financiero a la Comisión Europea (CE).
El rescate, que sigue a los de Grecia e Irlanda, abre un proceso administrativo que puede involucrar 75.000 millones de euros, cifra considerada "adecuada" por el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.Ventaja y desventaja
Los fondos de estabilización europeos deben permitir a Portugal enfrentar sus compromisos financieros sin la presión de los altísimos intereses que le exigían ya en el mercado.
En contrapartida, el país perderá autonomía económica y deberá seguir fielmente las líneas que marquen la Comisión Europea e incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los analistas lusos apuntan a que de los fondos de estabilización europeos pueden proceder dos tercios de la asistencia a Lisboa y el resto será aportado por el FMI.
Como sucedió con Grecia e Irlanda, la procedencia de ayuda comunitaria será de socios de la UE. En los 50.000 millones de euros de fondos europeos previstos para Portugal, Alemania volvería a ser el mayor contribuyente, con 14.500 millones, seguida de Francia (11.000 millones), Italia (9.600 millones) y España (6.400 millones).Reglas estrictas
Un portavoz de la CE había recordado previamente que la activación del fondo de rescate de la zona euro requiere de la negociación de un programa de ajuste bajo estrictas condiciones, como fue el caso de Grecia e Irlanda.
Los políticos y los empresarios lusos ya han reconocido que la ayuda exterior exigirá cumplir con las condiciones que se acuerden con la UE y el FMI y que probablemente supongan reformas estructural es de calado durante los próximos años, entre ellas del mercado labor al.
El primer ministro portugués, José Sócrates, se rindió anteayer a la presión financiera que sufre su país y anunció que solicitó apoyo financiero a la Comisión Europea (CE).
El rescate, que sigue a los de Grecia e Irlanda, abre un proceso administrativo que puede involucrar 75.000 millones de euros, cifra considerada "adecuada" por el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.Ventaja y desventaja
Los fondos de estabilización europeos deben permitir a Portugal enfrentar sus compromisos financieros sin la presión de los altísimos intereses que le exigían ya en el mercado.
En contrapartida, el país perderá autonomía económica y deberá seguir fielmente las líneas que marquen la Comisión Europea e incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los analistas lusos apuntan a que de los fondos de estabilización europeos pueden proceder dos tercios de la asistencia a Lisboa y el resto será aportado por el FMI.
Como sucedió con Grecia e Irlanda, la procedencia de ayuda comunitaria será de socios de la UE. En los 50.000 millones de euros de fondos europeos previstos para Portugal, Alemania volvería a ser el mayor contribuyente, con 14.500 millones, seguida de Francia (11.000 millones), Italia (9.600 millones) y España (6.400 millones).Reglas estrictas
Un portavoz de la CE había recordado previamente que la activación del fondo de rescate de la zona euro requiere de la negociación de un programa de ajuste bajo estrictas condiciones, como fue el caso de Grecia e Irlanda.
Los políticos y los empresarios lusos ya han reconocido que la ayuda exterior exigirá cumplir con las condiciones que se acuerden con la UE y el FMI y que probablemente supongan reformas estructural es de calado durante los próximos años, entre ellas del mercado labor al.
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