Lisboa | La situación financiera de Portugal empeoró ayer al indicar las estadísticas oficiales que el déficit presupuestario llegó el año pasado al 8,8% del Producto Interno Bruto (PIB): muy por encima del objetivo gubernamental del 7,3%.
Los cálculos del Instituto Nacional de Estadísticas fueron otro golpe para un país que no quiere recibir un rescate financiero, como los obtenidos el año pasado por Grecia e Irlanda, mientras encara dos meses sin gobierno antes de las elecciones generales del 5 de junio y unos pagos de su deuda externa que no puede afrontar.
El déficit es muy superior al tope del 3% decretado por la eurozona, aunque el instituto de estadísticas destacó que estaba basado en los métodos de contabilidad de la UE, que incluyen el costo de ayudar a los bancos y las empresas estatales.
El ministro saliente de Hacienda, Fernando Teixeira dos Santos, dijo que sin cambios de contabilidad, el déficit del año pasado habría sido del 6,8%, indicio de qu e sus medidas de austeridad están teniendo éxito.
Lamentó además las alteraciones de la contabilidad, indicando que era "como cambiar el marcador una vez terminado el partido".
Aunque la economía de Portugal representa menos del 2% del producto interno bruto de la eurozona, sus apuros financieros podrían dar al traste con las gestiones europeas de superar la crisis de la deuda que atenaza el Viejo Continente desde hace un año.
El presidente Aníbal Cavaco Silva anunció ayer en un discurso televisado a la nación que la votación nacional para un nuevo gobierno se llevará a cabo el primer domingo de junio, tras la renuncia hace dos semanas del primer ministro José Socrates. Dijo que Portugal se enfrenta a "un gran desafío" para vencer lo que calificó como una crisis "sin precedentes".
Todos los partidos están de acuerdo en la necesidad de reducir la deuda, pero difieren sobre el alcance y la escala de las medidas de austeridad.
Los cálculos del Instituto Nacional de Estadísticas fueron otro golpe para un país que no quiere recibir un rescate financiero, como los obtenidos el año pasado por Grecia e Irlanda, mientras encara dos meses sin gobierno antes de las elecciones generales del 5 de junio y unos pagos de su deuda externa que no puede afrontar.
El déficit es muy superior al tope del 3% decretado por la eurozona, aunque el instituto de estadísticas destacó que estaba basado en los métodos de contabilidad de la UE, que incluyen el costo de ayudar a los bancos y las empresas estatales.
El ministro saliente de Hacienda, Fernando Teixeira dos Santos, dijo que sin cambios de contabilidad, el déficit del año pasado habría sido del 6,8%, indicio de qu e sus medidas de austeridad están teniendo éxito.
Lamentó además las alteraciones de la contabilidad, indicando que era "como cambiar el marcador una vez terminado el partido".
Aunque la economía de Portugal representa menos del 2% del producto interno bruto de la eurozona, sus apuros financieros podrían dar al traste con las gestiones europeas de superar la crisis de la deuda que atenaza el Viejo Continente desde hace un año.
El presidente Aníbal Cavaco Silva anunció ayer en un discurso televisado a la nación que la votación nacional para un nuevo gobierno se llevará a cabo el primer domingo de junio, tras la renuncia hace dos semanas del primer ministro José Socrates. Dijo que Portugal se enfrenta a "un gran desafío" para vencer lo que calificó como una crisis "sin precedentes".
Todos los partidos están de acuerdo en la necesidad de reducir la deuda, pero difieren sobre el alcance y la escala de las medidas de austeridad.
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