Todo empezó cuando los tres hijos de Esteban Justiniano, que aprendieron a mover fichas de ajedrez con un maestro particular, necesitaban un juego reglamentario del deporte ciencia para participar en torneos oficiales de la ciudad de La Paz. Aprovechando su oficio de carpintero y con el propósito de incentivar la práctica de este deporte en la familia, Justiniano comenzó a fabricar los primeros tableros y tornear las piezas negras y blancas de ajedrez, en madera pino, la única disponible y barata allá por 1987.
Cuando padres de familia y asociaciones de ajedrez se anoticiaron de Justiniano fabricó un juego de ajedrez para sus hijos, le encomendaron fabricar los primeros 30 tableros y piezas para celebrar el campeonato oficial femenino de la Asociación del barrio, el año 1987, y atender la solicitud particular de varios padres de familia.
Desde entonces, el taller artesanal “Tablebol” diseña y fabrica cientos de juegos de ajedrez reglamentarios, incluidas p iezas gigantes de exposición, para cubrir los requerimientos de los campeonatos de asociaciones barriales, regionales y departamentales.
Los últimos cinco años, el taller artesanal fabricó piezas blancas en madera pino, jorori, ajipa y mara; mientras que las negras en nogal, roble o monoqui para darle mayor naturalidad en el acabado.
Entre enero y octubre de este año, Justiniano fabricó alrededor de 300 juegos, a un promedio de un juego por semana, que se comercializaron de manera directa en empresas, fábricas, establecimientos educativos, asociaciones de ajedrez, centros mineros y en ferias especializadas del mueble y madera. También participó en las ferias internacionales de La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz.
Justiniamo y su esposa sueñan con exportar, algún día, sus juegos de ajedrez a países vecinos. Cuentan que los anima el hecho de que, en los últimos meses, recibieron algunos pedidos de amigos que conocen la calidad de sus juegos de ajedrez.
Cuando padres de familia y asociaciones de ajedrez se anoticiaron de Justiniano fabricó un juego de ajedrez para sus hijos, le encomendaron fabricar los primeros 30 tableros y piezas para celebrar el campeonato oficial femenino de la Asociación del barrio, el año 1987, y atender la solicitud particular de varios padres de familia.
Desde entonces, el taller artesanal “Tablebol” diseña y fabrica cientos de juegos de ajedrez reglamentarios, incluidas p iezas gigantes de exposición, para cubrir los requerimientos de los campeonatos de asociaciones barriales, regionales y departamentales.
Los últimos cinco años, el taller artesanal fabricó piezas blancas en madera pino, jorori, ajipa y mara; mientras que las negras en nogal, roble o monoqui para darle mayor naturalidad en el acabado.
Entre enero y octubre de este año, Justiniano fabricó alrededor de 300 juegos, a un promedio de un juego por semana, que se comercializaron de manera directa en empresas, fábricas, establecimientos educativos, asociaciones de ajedrez, centros mineros y en ferias especializadas del mueble y madera. También participó en las ferias internacionales de La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz.
Justiniamo y su esposa sueñan con exportar, algún día, sus juegos de ajedrez a países vecinos. Cuentan que los anima el hecho de que, en los últimos meses, recibieron algunos pedidos de amigos que conocen la calidad de sus juegos de ajedrez.
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