Hasta hace poco, las acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) estaban relacionadas sólo con las grandes compañías. Hoy, las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) bolivianas se suman a esta tendencia mundial y se capacitan.
Es el caso del proyecto Incorporación de la Responsabilidad Social Empresarial y Gobiernos Corporativos en la Gestión de la Pymes que es ejecutado con 28 Pymes en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz por Fundes, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la cooperación suiza (Cosude) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).
En Cochabamba, 12 empresas son las beneficiadas y han pasado ya una primera etapa de diagnóstico para luego continuar con la identificación de planes de acción específicos de RSE y su aplicación. El programa concluirá el próximo año.
La gerente general de Fundes, Leslie Claros, explica que las Pymes se han dado cuenta que hacer negocios ahora no es sólo ganar plata sino que es también ser socialme nte responsables porque así lo exige el consumidor.
“Cada día más la sociedad está exigiendo que las empresas sean responsables con el medio ambiente, responsables con el producto, con lo que informan, responsables en el trato a los trabajadores, a sus proveedores y es un nuevo paradigma, es una nueva forma de hacer negocios”, indica.
Esto se observa en que la gente empieza a preferir comprar productos de empresas que aplican la RSE, que son amigables con el medio ambiente, que no emplean a niños y que tienen una buena relación con la comunidad.
Cuestión de voluntad
Las pequeñas y medianas empresas bolivianas elegidas para participar en el proyecto pasaron previamente por un proceso de selección en el que además de aspectos formales debían demostrar su interés de implementar la RSE, que no se trata de una ley obligatoria.
“La RSE es un tema de voluntad, no es obligatorio. La RSE va más allá de cumplir con la ley. No es suficiente con cumplir con la ley sino va más allá”, explica Claros.
Las c ompañías interesadas en aplicar la RSE trabajan en un diagnóstico previo en tres ámbitos: económico, social y medioambiental.
En el tema económico es en el que las empresas participantes tienen menos debilidades y el asunto en el que existen mayores debilidades es en los temas social y ambiental. “Es el común denominador entre todas las empresas participantes”, dice Claros.
Es el caso del proyecto Incorporación de la Responsabilidad Social Empresarial y Gobiernos Corporativos en la Gestión de la Pymes que es ejecutado con 28 Pymes en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz por Fundes, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la cooperación suiza (Cosude) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).
En Cochabamba, 12 empresas son las beneficiadas y han pasado ya una primera etapa de diagnóstico para luego continuar con la identificación de planes de acción específicos de RSE y su aplicación. El programa concluirá el próximo año.
La gerente general de Fundes, Leslie Claros, explica que las Pymes se han dado cuenta que hacer negocios ahora no es sólo ganar plata sino que es también ser socialme nte responsables porque así lo exige el consumidor.
“Cada día más la sociedad está exigiendo que las empresas sean responsables con el medio ambiente, responsables con el producto, con lo que informan, responsables en el trato a los trabajadores, a sus proveedores y es un nuevo paradigma, es una nueva forma de hacer negocios”, indica.
Esto se observa en que la gente empieza a preferir comprar productos de empresas que aplican la RSE, que son amigables con el medio ambiente, que no emplean a niños y que tienen una buena relación con la comunidad.
Cuestión de voluntad
Las pequeñas y medianas empresas bolivianas elegidas para participar en el proyecto pasaron previamente por un proceso de selección en el que además de aspectos formales debían demostrar su interés de implementar la RSE, que no se trata de una ley obligatoria.
“La RSE es un tema de voluntad, no es obligatorio. La RSE va más allá de cumplir con la ley. No es suficiente con cumplir con la ley sino va más allá”, explica Claros.
Las c ompañías interesadas en aplicar la RSE trabajan en un diagnóstico previo en tres ámbitos: económico, social y medioambiental.
En el tema económico es en el que las empresas participantes tienen menos debilidades y el asunto en el que existen mayores debilidades es en los temas social y ambiental. “Es el común denominador entre todas las empresas participantes”, dice Claros.
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